Aylén Allende Mosquera es becaria del Centro Nacional Patagónico CENPAT y logró realizar el primer análisis de diatomeas para la Formación Puerto Madryn de hace alrededor de 10 millones de años que permite reconstruir parte del ambiente de la región de la Península de Valdés.
Aylén Allende Mosquera, becaria del Instituto Patagónico de Geología y Paleontología (IPGP-CONICET), ha realizado un estudio pionero sobre diatomeas fósiles en la Formación Puerto Madryn, que data de hace aproximadamente 10 millones de años (Mioceno Tardío). Este trabajo ha permitido reconstruir parte del ambiente de la región durante ese período.
El Centro Nacional Patagónico (CENPAT) es un centro multidisciplinario de investigación científica y tecnológica, dependiente del CONICET y de referencia en la Patagonia Argentina. “Este estudio es bastante consistente con todas las reconstrucciones bioclimáticas de esta región”, resalta la investigadora respecto de la importancia de este tipo de estudios.
Durante su investigación, Allende Mosquera y su equipo recolectaron muestras de sedimentos marinos y de agua dulce en afloramientos rocosos dentro del Área Natural Protegida Península Valdés. Gracias a este análisis, lograron identificar cuatro especies de diatomeas extintas, tres de las cuales son menciones por primera vez para Sudamérica.
Los resultados del estudio indican que, hace 10 millones de años, Península Valdés era un territorio más húmedo y cálido, con numerosos ríos que desembocaban en el océano. Esto contrasta con el clima árido actual de la región. Este trabajo ha sido publicado en la prestigiosa revista internacional Marine Micropaleontology, destacando la relevancia de la ciencia argentina a nivel global.
Un viaje al pasado
Gracias a técnicas avanzadas de microscopía y análisis isotópico, los científicos han logrado identificar diversas especies de diatomeas que vivieron en las aguas de Península Valdés durante el Mioceno, hace aproximadamente 15 millones de años. Estos microorganismos indican que, en ese entonces, la región estaba sumergida bajo un mar cálido y poco profundo, con una biodiversidad marina sorprendentemente rica.
Además, el estudio ha revelado cambios climáticos significativos que afectaron el ecosistema marino de Península Valdés. Durante el Mioceno, se produjeron oscilaciones en la temperatura del agua y en los niveles de nutrientes, lo que provocó periodos de abundancia y escasez de diatomeas. Estos hallazgos proporcionan valiosa información sobre cómo los cambios ambientales impactaron la vida marina y pueden ofrecer pistas sobre cómo enfrentar los desafíos climáticos actuales.
“Toda esta zona era mar” dice la investigadora del CENPAT. “Cuando estábamos investigando, analizábamos las diatomeas y eran de agua dulce, por sus características climatológicas y ambientales. Entonces nos preguntábamos cómo podía ser, y ahí reconstruimos que ahí había un río que descargaba sobre el mar”, profundiza.
Implicaciones para el futuro
El estudio de las diatomeas fosilizadas no solo nos permite comprender mejor el pasado geológico y climático de Península Valdés, sino que también tiene importantes implicaciones para la conservación y gestión de los ecosistemas marinos actuales. El estudio de Allende Mosquera no solo proporciona información valiosa sobre el pasado ambiental de Península Valdés, sino que también ofrece pistas importantes para entender cómo los cambios climáticos pueden afectar los ecosistemas marinos en el futuro
Este descubrimiento destaca la importancia de los estudios paleontológicos y la investigación de microorganismos como herramientas esenciales para desentrañar la historia de nuestro planeta y proteger su futuro. Península Valdés, con su rica historia geológica y biodiversidad, continúa siendo un lugar clave para la ciencia y la conservación.
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