Senderistas que transitaban el sendero troncal del ANPRALE en el momento en que comenzó el fuego aseguran haber encontrado fogatas encendidas en plena senda y un árbol prendido fuego de forma deliberada. Su testimonio refuerza la hipótesis de que el incendio fue provocado.
Mientras el fuego sigue avanzando y dejando un paisaje de destrucción en Mallín Ahogado, el testimonio de un grupo de caminantes que se encontraban en la zona ha encendido las alarmas sobre un posible origen intencional del incendio.
Según relataron a través de redes sociales, cuando se encontraban a unos 40 minutos de Wharton, comenzaron a ver una gran cantidad de humo delante de ellos. Al acercarse, se encontraron con una escena alarmante: dos fogatas encendidas en plena senda del camino troncal, dispuestas en forma de estrella y construidas con ramas secas. De inmediato, uno de los senderistas intentó apagar las llamas con su propia agua, mientras los demás desarmaban las estructuras y echaban tierra sobre los restos.
A escasos metros, montaña abajo, descubrieron otro foco: un árbol que ardía solo en su corteza, sin que el fuego se propagara desde el suelo o desde otros materiales inflamables. Cerca del tronco, varias ramas humeaban y algunas tenían pequeños focos de fuego que, impulsados por el viento, comenzaron a avivarse rápidamente. El grupo hizo todo lo posible por sofocar las llamas con la poca agua que les quedaba y con tierra, pero los focos continuaron reactivándose. En un momento, una rama caída se prendió fuego de manera repentina, generando una llama de más de un metro de altura, lo que les costó un gran esfuerzo apagar.
Mientras intentaban controlar la situación, llegaron tres baqueanos con motosierras, seguidos de un cuatriciclo que coordinaba tareas de logística en la zona. Ante la peligrosidad del incendio y la rápida expansión del fuego, les indicaron que volvieran al refugio La Playita. Tras una hora de caminata, los senderistas llegaron al lugar con incertidumbre y temor, encontrándose con otros grupos de personas que también escapaban del fuego. En el trayecto, cruzaron a una familia que abandonaba su camping entre lágrimas, llevando consigo apenas unas pocas pertenencias mientras huían de las llamas.
Los testigos destacan la labor de los voluntarios, bomberos, brigadistas del SPLIF, guardaparques, enfermeros y rescatistas que los contuvieron y asistieron durante casi 24 horas hasta que fue posible descender con seguridad.
“Nos partió el corazón bajar por el bosque devastado por el fuego”, expresaron en su relato, visiblemente conmocionados.
El testimonio de estos caminantes cobra gran relevancia en medio de la investigación sobre el origen del incendio, sumando indicios concretos de que podría haberse tratado de un hecho intencional. Las autoridades ya analizan la información y continúan con las pericias para esclarecer lo sucedido.
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