![](https://sp-ao.shortpixel.ai/client/to_webp,q_glossy,ret_img,w_1024,h_484/https://www.infochucao.com/wp-content/uploads/2024/07/relato-queque-parodi-1024x484.jpg)
El sábado pasado, Queque Parodi, piloto de una pequeña aeronave, vivió una experiencia límite en el Cerro Plataforma. A través de un video compartido en redes, detalló en primera persona su testimonio sobre lo ocurrido y los momentos críticos que enfrentó.
“Queremos hacer este video para que amigos, conocidos, familiares que están lejos y los medios de comunicación, que nos han estado llamando desde el primer momento, conozcan lo que pasó y tengan acceso a toda la información que hemos recaudado”, comienza a relatar Queque, visiblemente agotado. “En lo personal, estoy muy cansado. Pasé muchas horas con frío extremo, durmiendo en la montaña con recursos muy básicos. Tengo un dolor de cabeza terrible”.
Queque explica que la intención de grabar este relato es evitar repetir la historia una y otra vez y para que la falta de comunicación no genere especulaciones o informaciones erróneas. “Gracias por preocuparse, por escribirnos, por llamarnos”.
Daniel Roy Wegrzyn, piloto que volaba junto a Parodi, relata lo que pasó esa tarde: “Estábamos volando a la par, como lo hacemos habitualmente, con cierta distancia. De repente, notamos que el avión de Queque comenzó a descender, una maniobra lógica debido a la turbulencia, ya que su avión es más liviano que el nuestro. Sin embargo, ese descenso continuó hasta tocar la nieve y capotar. Nos preocupamos mucho porque no contestaba a nuestros llamados; se había desconectado el micrófono y no podía comunicarse. Afortunadamente, tuvo la fortaleza suficiente para darse cuenta de ello, conectó nuevamente el micrófono y nos avisó rápidamente que estaba bien, que no se había golpeado y que salía del avión ante el temor de que el hielo se rompiera y se hundiera en el lago”.
A partir de ese momento, la situación se volvió crítica. “Nos quedamos orbitando sobre el lugar hasta asegurarnos de que Queque saliera del avión y estuviera fuera de peligro. Llevábamos una mochila con equipo de supervivencia, así que hicimos una pasada rasante y se la arrojamos. Nos aseguramos de que él se hiciera de esos elementos y nos fuimos rápidamente a El Bolsón, ya que estábamos limitados por las horas de luz”.
Continuando con el relato, Queque Parodi no sólo destaca la importancia de la preparación y la rápida toma de decisiones en situaciones de emergencia, sino también el valor de la camaradería y el trabajo en equipo. “Dani y Pablo me salvaron la vida. Si no me hubiesen tirado esa mochila, no hubiese pasado la primera noche. Estoy cayendo en lo que pasó en este momento porque hasta hace un rato todavía estaba en modo supervivencia”, confiesa.
![](https://sp-ao.shortpixel.ai/client/to_webp,q_glossy,ret_img/https://www.infochucao.com/wp-content/uploads/2021/08/logo-bajada-08-150x150.jpg)
La noche en la montaña fue un desafío físico y mental extremo para Queque. “Estaba solo, empapado, sin recursos adecuados y con una preocupación constante por mi familia y amigos que no sabían cómo estaba. Pasé horas tratando de prender fuego con los pocos recursos que tenía, pero no lo conseguí. Me refugié detrás de una piedra, intenté mantenerme caliente y traté de organizar mi estrategia para la mañana siguiente”.
La llegada del helicóptero de rescate al día siguiente fue un momento de alivio indescriptible. “Cuando vi el helicóptero, no lo podía creer. Empecé a sacudir una bolsa naranja para que me vieran y, al toque, encendieron las luces. Me había dado cuenta de que me habían visto. Fue una sensación de relajo, de felicidad, de tranquilidad. Tomás, el piloto del helicóptero, y Pablo me ayudaron a salir de allí. Agradezco a todos mis amigos que hicieron posible este rescate; quizás esa otra noche yo no la pasaba”.
Queque Parodi concluye su relato con un profundo agradecimiento y una reflexión sobre la importancia de estar preparados y contar con el apoyo adecuado en situaciones extremas. “Gracias a todos esos amigos hoy estoy acá en casa. Anoche pude dormir tapado con una sábana, sin el frío que pasé hace unos días. Tengo una responsabilidad: sacar ese avión de ahí y no dejar que se hunda”.