El personal del Centro de Salud de El Foyel lleva la atención primaria a zonas alejadas, superando adversidades climáticas y de recursos.
El móvil de exteriores de La Radio de la Cordillera se acercó hasta allí para dialogar mano a mano con ellos y conocer lo que es su día a día y los desafíos que enfrentan para llevar a cabo tan noble tarea.
En El Foyel, un pequeño paraje rural a 45 kilómetros al norte de El Bolsón, Daniel Cahuimpan, enfermero con amplia experiencia en unidades de emergencia urbana, ahora se enfrenta a los desafíos de la salud en una región aislada y extensa. La atención en estos lugares requiere no solo conocimientos médicos, sino también una vocación extraordinaria para superar distancias, caminos difíciles y recursos limitados.
El Foyel se ubica en una zona montañosa y dispersa, donde la llegada del invierno complica aún más el trabajo. Daniel, quien solía trabajar en hospitales urbanos en guardias y cuidados intensivos, describe cómo su labor cambió radicalmente al integrarse al sistema de salud rural. “Aquí todo es prevención y acompañamiento. Trabajamos identificando y siguiendo a personas en riesgo, como ancianos y pacientes crónicos, muchos de ellos diabéticos o hipertensos. Es otro tipo de trabajo, uno que se hace muy cercano a la comunidad”, comenta.
La enfermería en El Foyel también requiere recorrer largas distancias, a menudo en caminos complicados. Junto a su colega Patricia Ruiz, agente sanitaria con 16 años de experiencia en la zona, Daniel cubre sectores como Mallín Colorado y Valle de los Humos. “Son jornadas de hasta seis horas de recorrido. Vamos visitando familia por familia, muchas veces en 4×4, aunque en invierno hay zonas a las que solo podemos llegar caminando o, en casos extremos, dejando notas con piedras y papel cuando no podemos cruzar arroyos crecidos”, relata.
El apoyo de la comunidad es fundamental en estos parajes, donde la infraestructura es mínima y el presupuesto hospitalario está en crisis. “Aquí, la voluntad de los vecinos es clave. Han donado pintura y materiales, e incluso organizamos jornadas para hacer mantenimiento juntos. Es un ambiente muy familiar, y eso le da un sentido especial a nuestro trabajo”, destaca Daniel.
Los caminos complicados y las largas distancias no son solo un reto de transporte, sino también una muestra de compromiso. Cada lunes, el equipo cubre 20 kilómetros en distintas zonas para atender a las familias, especialmente aquellas en áreas de difícil acceso. “No cambiaría esto por nada; aquí somos más que un equipo de salud, somos parte de la comunidad. La gente nos recibe con calidez y respeto, y eso le da un valor único a lo que hacemos”, concluye Patricia.
La labor de Daniel y su equipo en El Foyel es un testimonio del esfuerzo y compromiso que implica trabajar en la salud rural, donde cada atención y cada recorrido es un acto de servicio esencial para una comunidad que, a pesar de las adversidades, demuestra cada día que la solidaridad y la cercanía son las mejores herramientas para superar los desafíos.
Excelente nota!!